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Trump, Twitter y el gran debate sobre la "censura": quién tiene el poder para marcar qué puede decirse en las redes sociales

Una empresa privada silenciando al mismísimo presidente de los EE.UU. Hay quien interpreta la decisión de Twitter como un acto de censura hacia Trump, mientras que también puede verse como un acto de responsabilidad de la red social para evitar propagar mensajes que incitan a la violencia. En medio está el gran debate sobre la libertad de expresión y qué poder de decisión tienen las redes sociales sobre el contenido que se publica en ellas.

Hemos hablado con cinco expertos juristas y abogados en libertad de información y comunicación digital para conocer qué impacto tiene el bloqueo de la cuenta de Trump, qué sustento legal tiene la decisión de Twitter y hasta qué punto las grandes tecnológicas deben jugar el papel de moderador sobre lo que publicamos.

Un punto de inflexión en el debate sobre libertad de expresión

"Si lo han hecho con el todavía presidente de los Estados Unidos, qué no harán con los demás", explica Borja Adsuara, profesor y abogado en derecho. Ante la pregunta sobre si ha habido censura contra Donald Trump, el experto expresa que "claramente sí". "Si ha cometido un delito, que lo diga un juez. Si no es claramente ilegal, ¿por qué lo borran?", explica Adsuara. "Que un juez impute a Trump con una relación de causa-efecto, todavía está por verse".

La suspensión de la cuenta de Trump representa uno de los episodios más importantes de los últimos años en cuanto a libertad de expresión en redes sociales. Si Twitter, a iniciativa propia, puede cerrar la cuenta de Trump sin que se haya demostrado que sus mensajes eran ilegales, ¿qué les separa de convertirse en responsables directos de lo que se publica?

En juego está el papel que tienen que adoptar las redes sociales. O bien son meros intermediarios y permiten publicar todo aquello que no sea claramente ilegal o bien toman una posición más activa, eliminando contenido que pudiera derivar en una "conversación menos sana", según acostumbran a describirlo las propias redes sociales.

"Las redes sociales no son como un periódico, que tiene línea editorial propia", repasa Adsuara. "Si a un medio digital se le cuela un artículo, la responsabilidad va en cascada. La culpa sería del director del periódico. Imagina que eso fuera así en redes sociales. Tecnológica y jurídicamente no tiene sentido". Es la diferencia entre las redes y los medios.

Adsuara
"Si yo mando una carta al director y no me lo publica, no es censura. Porque tiene línea editorial y puede elegir", expone Adsuara. "Cuando empezó la moda de los blogs, lo de Twitter era microblogging. Mi cuenta en Twitter es mi medio. Es igual que la plataforma Wordpress o Blogger. Imagina que Wordpress fuera responsable de todas las webs que aloja. Salvo blogs claramente ilegales como con pornografía infantil, que entonces sí deben cerrarlos, Wordpress no puede etiquetar las entradas de todos los blogs con un aviso sobre su veracidad".

Con el caso de Trump, Adsuara apunta a la gravedad del caso precisamente porque ni siquiera en una situación tan excepcional se ha acudido a un juez: "Ha habido gente a la que le han suspendido la cuenta durante días. No es el primero. Pero si lo han hecho con él, ¿qué podemos esperar el resto de Twitteros? La más absoluta arbitrariedad. No se ha acudido al juez ni con el presidente de los EE.UU. Me parece que habría merecido la pena".

"No se ha acudido al juez ni con el presidente de los EE.UU. Si lo han hecho con Trump, ¿qué podemos esperar el resto? La más absoluta arbitrariedad".

"Somos absolutamente partidarios de la libertad de expresión, pero también entendemos la libertad de empresa. El poder tener cierto control sobre cómo funciona su empresa", explica Ofelia Tejerina, abogada y presidenta de la asociación Internautas.

"Puedo poner un atril en un pueblo y decir a todo el mundo que se puede hablar libremente. Pero si alguien utiliza eso para mentir o crear alarma social, puede llevar a ser constitutivo de delito. Como empresario, no puedo permitir que esa persona cometa ilícitos a través de mi herramienta. ¿Cómo funciona la libertad de expresión? ¿Soy yo quien decide cuándo le quito el micrófono? En mi opinión, es menos arriesgado informar a las autoridades competentes de que alguien está cometiendo delitos. Y no ha sido el caso de Trump", explica Tejerina.

"En España y Europea tenemos una cosa que se llama la Teoría del Conocimiento Efectivo. Si avisan al prestador de servicios y no lo paran, entonces se hace responsable. Se impone por ley una responsabilidad directa", apunta Tejerina. Sin embargo, ¿quién determina que eso no se puede publica? ¿sirve con que cualquier usuario denuncie un contenido? "Es una batalla que llevamos desde 2007-2009, ya con el Tribunal Supremo y los foros. Las redes sociales se podían acogen a un puerto seguro, donde simplemente actuaban como un intermediario técnico, pero la tendencia es hacia exigirles cada vez más responsabilidad".

Ofelia Tejerina
Lo que puede parecernos ilegal, y por tanto marcar el límite de la libertad de expresión, no siempre es tan fácil. Tejerina nos expone el caso #putaSGAE. "En la asociación Internautas fuimos multados. Sin embargo, Jiménez Losantos dijo que eran unos ladrones, algo que puede identificarse como calumnias, y el juez dijo que no era ilegal, que era el sentir popular. Hay cosas que pueden parecer evidentes, pero un juez dijo que no eran ilegales". De ahí la dificultad que sea una empresa privada la que tome estas decisiones.

"Yo creo que Twitter hasta la fecha lo ha hecho bien en campañas para evitar el ciberacoso o contra las fake news... pero también ha eliminado muchísimas cuentas sin que mediara un juez. Hasta ahora no ha pasado nada. Pero ahora es Trump", concluye Tejerina.