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El auge de las "políticas aguacate": por qué la extrema derecha está abrazando el ecologismo

Verde por fuera, marrón por dentro. Síntesis de todo lo millennial, el aguacate simbolizar hoy una tendencia largamente discutida en los círculos intelectuales, políticos e ideológicos: el creciente interés medioambiental de la extrema derecha. Durante los últimos años, han sido diversas las figuras y los partidos que se han interesado en las políticas sostenibles y que han incorporado el ecologismo a su discurso político. De una forma diametralmente opuesta a la izquierda, sí, pero con un firme propósito de enmienda energética y medioambiental. Una mezcolanza de remotos precedentes, y también bautizada como "ecofascismo".

Francia. El último ejemplo es un reportaje del New York Times en el que se explora la vis medioambiental de Agrupación Nacional ("Rassemblement National"), la formación anteriormente conocida como Frente Nacional y dirigida por Marine Le Pen, paradigma de la extrema derecha europea. El partido ha incorporado pinceladas ecologistas a su discurso, abogando por un consumo de proximidad, menores desplazamientos, una desconexión de la lógica consumista y un cierto apego a las raíces rurales de Francia, todo ello con objeto de reducir la huella medioambiental del país. Al contrario que la derecha tradicional, reconoce y acepta el cambio climático.

Sucede que sus propuestas para remediarlo interesan poco a la izquierda.

Ideología. En el pecado, la penitencia. Algunos analistas identifican en el cariño a lo cercano y a lo local una forma de reafirmar el carácter identitario de la Francia conservadora, en contraposición a la multiculturalidad urbana. Gran parte de las medidas medioambientales de la extrema derecha, de hecho, rotan en torno al freno a la inmigración (en tanto que la huella medioambiental de las migraciones y de las aglomeraciones poblacionales es muy elevada). Para ello, se necesita un control fuerte de las fronteras, un estado autoritario con amplia capacidad de acción y un freno del libre comercio internacional, fuente de un desarrollo insostenible para el planeta.

No es difícil entrever cómo estas medidas encajan a la percepción con otras ideas esencialistas, nacionalistas y proteccionistas.