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Tras verse obligadas a dar las clases online, las universidades deberán afrontar un nuevo reto: hacer los exámenes por Internet

Una de las consecuencias del decreto del estado de alarma fue que los colegios y universidades cerraron y los alumnos tuvieron que irse a casa. Desde entonces, la formación ha continuado de forma online, algo que de por sí ya ha supuesto un reto para profesores y alumnos, pero el curso va acercándose a su fin y toca pensar en los exámenes finales y presentaciones de trabajos de fin de grado. Y eso es otro problema.

El gobierno central ha dejado en manos de las universidades la decisión de continuar de forma online hasta final de curso (incluso aunque haya acabado la crisis del COVID-19) o de volver a las aulas. La Junta de Andalucía ha decidido optar por la primera opción, al igual que la Universidad de Barcelona, de Cantabria, de Navarra y la de Oviedo. La pregunta es: ¿cómo examinar a tantísimos alumnos y controlar que no se hagan trampas? Una opción estaría en controlarlos por webcam, pero no es sencillo.

Un reto logístico

Hacer los exámenes online supone todo un reto a nivel logístico. Existen diferentes plataformas para hacer exámenes de este tipo, como Moodle, pero su problema radica en que la vigilancia es escasa. Nada impide a un alumno en su casa tener los apuntes o Google abierto en otra ventana e ir buscando las respuestas conforme hace el examen.

Una opción que se baraja es hacer "exámenes presenciales" conectados mediante una webcam. Eso ya pone una barrera de entrada, porque si el examen se hace por ordenador será necesario que este tenga una webcam conectada. La inmensa mayoría de portátiles tienen este periférico integrado en el marco, pero ni tiene por qué ser así ni todos los alumnos tienen que tener una webcam USB que puedan usar durante el examen.

Por otro lado, está el reto de la vigilancia. Si el profesor hace un examen a 80 alumnos en una misma videollamada, vigilarlos a todos es una misión imposible. Una opción es seguir la línea de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), que lleva unos años probando un software de reconocimiento facial que no solo identifica a alumno, sino que permite detectar intentos de trampas, como la inserción de una grabación previa en la webcam. Precisamente la UOC hace exámenes virtuales a los alumnos fuera de España, pero este año los hará a todo el mundo.

Sin embargo, no se puede dar por seguro que todas las universidades tengan un software de reconocimiento facial dedicado a estos fines. Existen softwares gratuitos que permiten insertar un clip pregrabado como entrada de vídeo para emular que estamos ahí cuando, en realidad, no lo estamos, e incluso alternar entre ese clip y la webcam en tiempo real. Hecha la ley, hecha la trampa.

Otra opción factible es hacer exámenes orales por webcam de uno en uno o en grupos reducidos. Eso permitiría al profesor controlar al alumno y evitaría las trampas, pero las cosas pasan. ¿Y si se cae la red? ¿Y si el alumno no tiene ordenador en casa? ¿Y si la webcam no funciona? ¿Y si la webcam tiene mala calidad y no es suficiente para controlar la mirada del alumno?

También se podría hacer exámenes tipo test con límite de tiempo en las preguntas, pero de nuevo, siempre hay formas de hacer trampas. Otra alternativa es hacer exámenes menos explicativos y más de aplicación. De esa forma, el alumno podría tener los materiales delante y tendría que saber aplicar diferentes conceptos a un caso práctico, lo que permitiría evaluar unas competencias mínimas y no el simple hecho de memorizar.

Otro desafío está en la defensa de trabajos de fin de grado, que para los alumnos de último curso también supondrá hacerla de forma online. Algunas universidades como la Loyola Andalucía hablan de hacerla "en modo de presencia virtual", es decir, con el alumno conectado mediante webcam, aunque las instrucciones concretas se mandarán después de Semana Santa.

El caso de la Pompeu Fabra: "os pediremos que hagáis un barrido de vuestro contexto"

Un caso llamativo es el de un profesor de la Universidad Pompeu Fabra, que ayer envió un correo a algunos alumnos dando instrucciones para hacer exámenes por webcam. El correo se hizo viral después de que un alumno lo publicase en su perfil de Twitter (el tweet fue eliminado poco después), aunque no es difícil encontrar las instrucciones que el profesor ha dado a los alumnos. Desde la universidad han explicado a Xataka que ha sido un caso aislado, que no se trata de una instrucción oficial de la universidad y que el correo ya ha sido identificado.

Por un lado, el profesor explica que el examen será en papel y que los alumnos deberán tener tres hojas preparadas y completamente en blanco. El enunciado se mandará por correo electrónico y solo podrán verlo desde el ordenador. En la mesa solo pueden estar el ordenador, las tres hojas, dos bolígrafos y el DNI o carné UPF (en el que mejor se vea la foto).

Lo más curioso es que la videollamada se hará desde el móvil y los alumnos tendrán que colocarlo de forma que sea visible la pantalla del ordenador y las hojas, pero antes de todo tendrán que hacer un barrido del contexto para comprobar que no hay otras personas ni materiales a mano. Basta leer las instrucciones para que las dudas sobre la seguridad y fiabilidad de este método no tarden en aparecer.