¡Todos los productos son NUEVOS y con 1 AÑOS de garantía!

Bateríasadaptador.es baterías Pago Seguro y Sencillo,Transmisión de Datos con Cifrado SSL.Nuestro objetivo consiste en la satisfacción de nuestros clientes.

Soy fotógrafo profesional y cada vez dejo más la réflex en casa para salir a fotografiar sólo con móvil

Varios niños juegan bajo el ardiente sol que inunda las calles de Filadelfia, Pensilvania (EEUU). El agua que arrojan varias fuentes callejeras sirve como remedio para combatir el insoportable calor que se acumula en cada ladrillo de la ciudad. Cerca de la escena, un fotógrafo espera paciente para captar el momento perfecto en el que el vapor, la luz y aquellos niños se fundan en una imagen difícil de olvidar. Quizás si aquel profesional no hubiera cruzado por aquel parque no se hubiera encontrado aquel espectáculo para sus ojos. Pero también quizás si no hubiera pasado desapercibido no hubiera podido captar la cotidianeidad de aquel espacio. En aquel momento, Rodrigo Rivas miraba a través del pequeño cristal la escena antes de pulsar el disparador. Una fotografía que, aunque no lo parezca, está realizada con su móvil: la herramienta que hasta día de hoy ha acompañado a este fotógrafo durante su carrera.
Con el avance de la tecnología, fotógrafos como Rodrigo Rivas han optado en los últimos años por el gran abanico técnico que ofrecen los móviles de alta gama, dejando atrás las cámaras réflex con las que se iniciaron en el mundo de la imagen. Las exposiciones de fotografía, los libros y las revistas se han ido inundando de imágenes de alta calidad hechas por un smartphone.

No es una locura pensar que en los tiempos que corren, la inmediatez y la comodidad que brinda un móvil pueda ajustarse a los desafíos de cualquier fotógrafo. “Cuando empecé usaba el smartphone de manera más artística y personal, pero desde hace cinco años lo he incorporado a mi metodología. Lo más importante es que tengo el todo flujo de trabajo en un mismo dispositivo, puedo hacer la foto, editarla y mandarla en el mismo aparato”, comenta Rivas.

Rodrigo Rivas lleva dedicándose a la fotografía profesional más de 10 años. Y ocho de ellos le han servido para profundizar en los conocimientos y aspectos técnicos de los móviles en el campo de la imagen. “Pienso que el móvil y la cámara se complementan. Hay situaciones en las que un móvil no es mejor que una cámara convencional. Por ejemplo, cuando necesitas una exposición muy específica. A cambio, tienes la inmediatez y la comodidad. Pero el talento de un buen fotógrafo recae en saber compaginar las dos herramientas por igual, sin menospreciar ninguna de las dos”, explica.

Tras vivir unos años en EEUU, Rivas inauguró una exposición en la escuela de Madrid donde realizó su máster. Todas las imágenes presentadas en aquella galería estaban capturadas con el smartphone que le había acompañado en aquel viaje. El mismo que captó a los niños bajo el sol aquella mañana de verano en Filadelfia. Un día, un editor fue a ver la exposición de Rivas y le ofreció escribir un libro en el que explicara sus consejos y trucos para lograr imágenes de alta calidad con el móvil, así como analizar técnicamente sus posibilidades. Un trabajo que no tardó en publicarse a través de la editorial Anaya. Hace unas semanas salía a la venta su título más reciente también sobre esta temática: 'Fotografía con móviles. Visión y técnica fotográfica'.

“Cuando voy con el móvil por la calle, paso desapercibido. Es algo que llevamos todos y no llamamos la atención. La gente no te mira raro, en cambio, con una cámara imprimes inseguridad”, señala Rivas. En su viaje a EEUU, este fotógrafo vivió una inesperada situación cuando realizaba un reportaje en un poblado de Pensilvania. “Quería hacer una foto a un descampado donde había un taller mecánico con coches abandonados y una atmósfera especial. Al no estar vallado, entré sin pedir permiso y me puse a hacer fotos. Un hombre con un aspecto algo descuidado se me acercó y se puso nervioso al verme. Le dije que era turista y que no estaba haciendo nada malo. El hombre sacó una pistola y me la enseñó para acobardarme, pero al ver que solo estaba usando el móvil, se le pasó el enfado y me pidió que borrara las fotos. El smartphone me ayudó a pasar desapercibido”, relata Rivas.